viernes, 28 de septiembre de 2007

El día que cumplí mi sueño de ser detective (Parte II)

Al día siguiente, el tema del robo siguió en boca de todos, ya sea para consultarle a Daniel si había encontrado el mp4 o si teníamos novedades. Pero todo seguía igual. El mp4 no aparecía y Ramona seguía siendo la principal sospechosa del hurto.
Volvimos a buscar en la cocina, en el baño… por las dudas… pero no lo encontramos. A todo esto, en este momento, toda la empresa se había enterado de esto y todos se solidarizaban con Daniel. Pensaba en que si a mi me pasara me gustaría que me dieran una mano. Me hace sentir segura en una empresa en donde parece que comiéramos gente. Donde los clientes nos dicen a cada momento que los estafamos y que les robamos y que somos las peores personas.
El día transcurría mas lento que de costumbre, y de a poco los comentarios respecto al robo se desvanecían.
De repente, en mi monitor se abre una ventanita de msn. Es de ella, de Ramona. Al principio no entiendo lo que dice, porque pareciera como estuviera hablando con otra persona. Me doy cuenta de que efectivamente está hablando con otra persona, y me está copiando la conversación que está teniendo con este ser anónimo, que le está contando sin tapujos que TODOS NOSOTROS PENSAMOS QUE ELLA ES LA LADRONA.
Este personaje se quiere hacer el simpático, diciéndole que le cuenta porque tiene buena onda con ella (recordemos que la conoce hace 2 semanas… 10 días hábiles) y que el no se banca que la juzguen sin motivos. Todo un héroe. Pero le salió mal.
Ramona me copia la conversación, me dice que no me va a dar el nombre de la persona que le contó, pero que se sentía humillada y que no iba a soportar un momento mas trabajando en un lugar en donde las personas que la rodean piensan que ella es la ladrona. Se ofende. Voy corriendo a la oficina de mi jefe, y le cuento, y me dice que si bien no tenemos pruebas físicas del robo, todo lo mencionado en la entrada anterior de este blog le pareció muy sospechoso, por lo que decide despedirla. Ramona se iba, ya sea por motus propio o porque iba a ser despedida. Pero ¿por qué? Si ella no hubiera sido la que robo el mp4, tendría que estar tranquila y de última, increpar a los que la estabas juzgando (todos) o enojarse o patalear o putear o lo que sea, pero no abandonar su puesto de trabajo.
Eso le digo en la conversación que tenemos a solas, en la que ella me asegura no haber robado el mp4 y que nos íbamos a acordar de ella cuando lo encontráramos tirado por ahí. Esto provocó que apenas ella decidió agarrar sus cosas e irse corriendo fuéramos nuevamente a buscar el aparatito por toda la empresa, calculando que ella lo habría tirado por ahí antes de irse. Pero si se va definitivamente, no lo va a tirar… se lo va a quedar como un souvenir… como un recuerdo de su paso por la empresa, y de cómo cagó a Dani. Y a todos.

El mp4 no lo encontramos, pero si recuperamos la confianza. Volvimos a confiar en la gente que nos rodea. Volvimos a dejar las billeteras, los celulares, y objetos de valor tirados, sabiendo que estarían allí en cuanto volviéramos.

Lo único que nos preocupa, es en que si dejamos la sesión sin bloquear cuando nos vamos a algún lado, seguramente alguna maldad nos van a hacer. Como postear algo gracioso bajo nuestro nombre, o cambiarnos el nick del msn.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

El día que cumplí mi sueño de ser detective.

El lunes no fue un día común. Fue el día en el que todos losa integrantes de este call center, desde operadores hasta supervosires, pasando por técnicos y recepcionistas nos unimos por una causa común. El lunes le robaron el mp4 a Daniel a las 8:30 de la mañana, horario en donde la mayoría de la gente todavía no había llegaro, y sólo estaban los que entran a las 8 de la mañana, que son 5 personas. 5 personas, que nos conocemos hace alrededor de 1 año, y en las cuales confiamos plenamente, al punto en el que hemos dejado billeteras, celulares, y objetos de valor en nuestros escritorios sabiendo que cuando volvieramos seguirían allí. Porque ninguno de nosotros tiene la necesidad de robar. Ni la caradurez. Ni la grasitud, ni la villerez (?).
Sin pensarlo, nos pusimos casi todos a buscar desenfrenadamente el pequeño aparatito, porque estabamos convencidos de que estaría caído entre algún cable, confundiendose con algún modem de los que están ahí tirados o en el tachito de basura, o simplemente por ahí. Todos buscabamos, menos Ramona, la nueva operadora, quien me consultó si podía ir a la cocina al 2º piso a buscar una taza para hacerse un mate cocido. Se me ocurrió hacer una de esas preguntas que todos hacemos cuando hay gente buscando algo, como por ejemplo "te fijaste acá?" "no te lo habrás olvidado en tu casa?" o "hacé memoria... que movimientos hiciste desde que llegaste?" a lo que Daniel me responde que tan solo llegó, dejó su mochila en su escritorio, fue al box de Ramona a solucionarle un problema que tenía con el logueo y volvió a su escritorio, cuando se dió cuenta que no estaba mas. Una mirada recorrió los ojos de casi todos los presentes. De casi todos, menos lo de Ramona, quien había vuelto de la cocina y estaba atenta mirando el monitor.
Podrá ser que Ramona se haya robado el mp4?
Este acontecimiento llegó a oídos del Jefe, quien ordenó que todas las personas que estuvieran en el call fueran revisadas con el fin de encontrar al ladrón. O ladrona.
Yo pasé la mirada por los box de las chicas de atención administrativa, porque un poco me chocaba revisar sus cosas, sabiendo que ellas serían incapaces de robar. Ademas, habían llegado a las 9 de la mañana, cuando el robo ya había ocurrido. Todas habían llegado a las 9, menos Ramona. Cuando fui a revisar el box de Ramona, ella contestó muy ofendida, diciendo que le parecía una falta de respeto ser revisada de esa manera. Mis sospechas recaían cada vez mas fuerte sobre ella. Pero no encontré nada.
Cuando recordé que había subido a la cocina... entonces me pregunté "podrá ser tan hdp de haber dejado el aparatito en la cocina escondido, con el fin de irlo a buscar a la salida?" la única manera de comprobarlo era esperar a que se cumpliera su jornada laboral, y que subiera entonces a la cocina en busca de su nuevo mp4. Por eso esperé. Se hicieron las 14 hs, y sospechosamente me consultó sobre unas tazas sucias que estaban en otro box, si ella podría llevarlas a la cocina. Obviamente, le dije que no, que el chico de limpieza se iba a encargar de llevar las tazas. Y ella subió al 2º piso igual. Se dirigía a la cocina, cuando notó que yo la estaba siguiendo, y sorprendida se sirvió un vaso de agua y se fue (aclaro que hay 3 dispensers en camino a la cocina). Entonces comencé a buscar en la cocina... pero de nuevo no encontré nada... ya no había lugar para buscar... pero la actitud había sido muy sospechosa! el mp4 tenía que estar en la cocina!
Bajó corriendo las escaleras, agarró sus cosas y se fue. La supuesta ladrona se fue.
Pero con su nuevo mp4?
O estará en la cocina todavía esperando a ser encontrado?
Continuará...

viernes, 21 de septiembre de 2007

Resolviendo situaciones ajenas

Ultimamente estoy notando que la gente, además de delegar su propio trabajo, no se detiene un momento a pensar en lo que está haciendo. Es más fácil consultarle a alguien o pedirle a alguien que resuelva las cosas. En el trabajo por ejemplo, en lugar de detenerse a ver cada caso, cual es el problema de facturación que tiene este cliente, sacar una calculadora, hacer las cuentas, corroborar si realmente se le está facturando mal o si el tipo está bolaseando, o lo que sea. Es mas facil decir "Yasminnnn el cliente dice que le están facturando mal, que hagooooo?" que ponerse a pensar en sacar cuentas y tratar de resolver esta cuestión que es tan fácil como hacer una cuenta de restar en la calculadora.

[Supervisor Soporte Técnico] "Yasmin, cual es el "número de referencia"?
[Yo] El de la primer columna
[SST] Cual? El que dice "REF"?
...

[SST] "Yasmin, habría que llamar a este cliente para avisarle que el reclamo ya tiene respuesta"
[Yo] perdón, qué reclamo? no veo ninguno
[SST] "el reclamo técnico de por qué no recibe mails"
[Yo] pero yo soy del área administrativa, no del área técnica, no lo tengo que llamar yo
[SST] "bueno pero vos le podés explicar que con el cambio de tarifa que tomaron ustedes y blablabla no le funcionan los mails" (da vuelta la tortilla para que parezca que el problema es administrativo y no técnico)
[Yo] no, llamalo vos porque a mi no me corresponde decirle que no le funcionan los mails
[SST] "ah que ortiva".

No, que ortiva no. Yo tengo trabajo para hacer, y de última, si no tengo trabajo, estoy en todo mi derecho de buscar en mercado libre lencería erótica barata sin que nadie me moleste, y sin tener que hacer el trabajo de los demas.
Hasta la recepcionista! "Yasmin, le avisás a Cecilia que a las 5 de la tarde venga a cubrirme porque tengo que salir a mi breakkkk" -no, avisale vos- "ah.......ok......." (con voz de decepción).

Tendré que hacer lo mismo?
Tendré que comenzar a delegar tareas en los demás?
Pero yo quiero hacer mi trabajo!
Se valorará en algún momento mi trabajo?
Vale la pena lo que hago?
Mis compañeros valoran la ayuda que les brindo, aun cuando pienso que son cosas que podrían haber resuelto?
Cómo puedo hacer para decirles que empiecen a resolver las cosas por si mismos?
Les tengo que decir?
Se me llena el culo de perguntas sin respuesta... seguramente seguirá todo igual...

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Perro que ladra...

Llegó el día en el que iba a tener que enfrentar a mis dos jefes, al del trabajo y al director del ballet. Iba a ser uno de esos días que definen el futuro de una persona, porque quizas se armaba la podrida y me rajaban del laburo, o del ballet, o de los dos. Dependía de mi, manifestar mis ideas y mantener firmes mis principios, sin que estas dos personas que me tienen agarrada de un pezón se aprovechen de su autoridad y hagan abuso de ella. Mi párpado comenzó a temblar de una manera muy molesta. "Presion ocular" me dijeron, pero ni drogada voy a un médico a que me toque el ojo. Yo se que son los nervios.
Primero, mi jefe. Estuve toda la mañana haciendo planillas, estadísticas, y escribiendo varias hojas A4 con todo aquello que me sirviera para cerrarle la boca y hacer que, en su idioma de jefe joven con complejo de "soy pendejo y no quiero que se burlen de mi juventud" me pidiera disculpas por haberme cuestionado mi trabajo y responsabilidad. Al pedo... tanto tiempo perdido... al fin y al cabo, la reunión era para que lo pusieramos al tanto de que sistema utilizamos para recuperar a los clientes que se dan de baja en el call center de Atención al Cliente en el cual trabajo.Necesitaba información de todas las maneras que utilizamos para bajarnos los pantalones y darles a los clientes lo que necesiten con el fin de que se queden en la empresa.
Safé. Uno menos. Sigo trabajando.
Se hicieron las ocho y fuí al ensayo como siempre, pensando en el camino que era excatamente lo que iba a decirle al director del ballet. Cuando el mismo es quien me llama, y me consulta el por qué del faltazo del viernes. Le conté el motivo, y le dije que no entendía por que me había atocigado con mensajes de texto como si hubiera faltado siempre, o como si me hubiera rascado un ovario en todos los ensayos. No me pidió disculpas, desde ya, pero si se justificó a su manera, diciendo que estaba nervioso por X motivos y mucho blablablabla salía de su boca sin que mi cerebro de persona que labura 9 horas y está acá hablando esta pelotudez entendiera.
Al final, fueron puros ladridos los que amargaron mi fin de semana. Los que me hicieron idear de que manera iba a discutir y de como me iba a quedar sin mis dos actividades por bancar lo que pienso. Puros ladridos...
Nota mental: No dejar que nunca mas me quieran forrear.
Mi temblor del ojo desapareció.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Viernes de locura

El viernes tuve un día super tranquilo... ya se respiraba ese airecito de fin de semana, que nos hace tomar las cosas de una forma mas relajada, mas paciente... tan solo nos separan un par de horas de la libertad, de esa alegría inmensa que sentimos cuando bajamos el último escalon, o cuando cerramos la puerta que da a la calle. Cuando vamos caminando hacia la parada del colectivo o subte y mientras tanto planificamos todo lo que vamos a hacer el fin de semana.
Una hora antes ya se palpita esta sensación, y mi mirada se dirije unicamente al relojito que está abajo a la derecha del monitor. Ese relojito que marca 4 minutos de menos, y me hace pensar que me estoy yendo 4 minutos antes. Una hora antes, una ventanita de msn se abre y es de mi jefe, quien está en su oficina a escasos metros de mi escritorio, quien me consulta sobre las bajas de los clientes del provedor de internet donde trabajo el cual ese mes no estuvo funcionando del todo bien y que provocó que muchos clientes se den de baja. Está muy enojado, porque al parecer le bajaron línea a él y él nos baja a nosotros y se desquita, y nos hace sentir que nuestro trabajo no vale la pena y que no estamos haciendo nada, que venimos a calentar la silla y que las nueve horas que estamos acá adentro trabajamos lo mismo que si estuviéramos en nuestras casas. Me indigno, porque sé que trabajo mucho mas que cualquiera y que no me merezco esa llamada de atención, pero sigo mirando esa hora inamovible que parece no llegar nunca a las seis.
Me voy a mi casa, me subo al subte y mi cabeza parece ir mas rápido. Pienso en todas las cosas que le diría y en la bronca que me da que no se valore mi trabajo. Me pongo mal, aguanto el llanto porque después de todo, sé que no es para tanto. Llego a mi casa y me dispongo a prepararme, para ir al ensayo de los viernes del ballet de danzas al que pertencezco. Pero me siento muy mal, y pienso que en este momento, nada mas quisiera que quedarme en mi casa, darme una ducha y mirar la tele, relajarme y olvidarme del episodio de hoy en el trabajo. Y noto que mi trabajo en el ballet tampoco es valorado como creo que corresponde, porque nunca me destaco del montón y porque siempre tengo que recibir retos en masa cuando soy la que mas cumple en asistencia y responsabilidad. Decidí no ir. Me dió culpa, sentí que tenía que cambiarme y salir corrient, pero enseguida recordé que estaba priorizando mi salud mental y que si no iba era porque necesitaba descansar.
Y lo que no había esperado pasó. Suena mi teléfono. Me llegó un mensaje de texto. Supongo que es de mi mamá, y voy a ver que me escribió. Cuando vi que no era de mi mamá. Era del director del ballet, quien me cuestionaba el por qué no había ido, y que quería una respuesta con urgencia. No le contesté. Sentí miedo, pero a la vez una injusticia inmensa, porque sé que a esas chicas que faltan cada dos por tres, porque se les rompe una uña o porque le duelen los ovarios no las atociga con mensajes de texto, sino que se ríe con ellas y las destaca mas que a ninguna en el ballet. Porque son las favoritas. Las que el quiere. Las que son indispensables. Me llega el segundo mensaje, diciendo que necesita una respuesta urgente, y que era la última advertencia. Sigo asustada, pero ya no hay vuelta atrás. Ya estoy jugada y tengo que bancar mi excusa, mi mentira aunque me cueste la vida. Empiezo a pensar qué le voy a decir... cual va a ser mi perfecta justificación que no va a dejar que emita palabra alguna en mi contra cuando recibo el tercer mensaje. Necesita hablar conmigo y me va a llamar en la semana.
Hoy recibí un mensaje, diciendo que hoy hay ensayo nuevamente y al finalizar tendremos una reunión grupal. Ya tengo exactamente lo que voy a decir. No voy a perder tiempo justificando mi ausencia del viernes. Voy a apuntar directo a la falta de valoración a mi trabajo. De la falta de respeto de llenarme de mensajes cuando ni siquiera se sabía la causa de mi ausencia. Podía estar tirada atropellada por un colectivo, o con un infarto internada en un hospital luchan do entre la vida y la muerte, y el señor director del ballet escribiendo mensajitos intimando a que me presente al ensayo.
Me cansé de tener que cumplir con todo el mundo menos conmigo misma. De tener que posponer mis cosas para cumplir con gente que no me valora ni valora mi trabajo. Hoy es el día en el que me voy a rebelar ante el director del ballet. El día que voy a decirle en la cara todo lo que pienso de el. Que estoy cansada de sus favoritas. Que estoy cansada que a ellas le permita cosas que al resto no les permite, como faltar o llegar tarde. Que se jacte de su igualdad y de su no-favoritismo cuando lo demuestra a diario. Me cansé de ser el patito feo. Hoy es el día en que me convierto en Cisne. Es el día en el que se va a enterar quien soy.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Presentación

Saludos lectores! Mi nombre es Yasmín, y quiero contarles sobre este sentimiento que me agobia. Esa sensación de que la gente que me rodea deposita en mi más de lo que yo puedo dar. Y eso me inquieta, porque me gustaría ser una super mina que haga su laburo, que le facilite el laburo a los demas, que vuelva a mi casa y que mientras que limpio la casa, hago la comida y llamo a mi vieja, porque sino se enoja porque dice que desaparezco, y ademas tendría que lavar la ropa y planchar porque sino tendría que ir en bolas a trabajar y la puta madre que los pario a todos. No puedo con todo! a ver si entienden! soy una persona como ustedes, que quiero disfrutar de la vida, y no que me pase por encima sin haber hecho otra cosa mas que atenderlos!
Basta, me cansé. Esta es mi rebelión. Este es el momento en donde estoy al límite de la locura. Me estoy dando cuenta que a veces tengo pensamientos asesinos para con la gente que viaja conmigo en el subte, para con mis compaleros de trabajo, hasta para con la vieja que está sentada en el banquito de la plaza.
En momentos como este debe ser que el asesino comete un crimen. Como el momento en el que Susana le tiro el cenicero a Huber. Ese instante, en el cual tener muy a flor de piel esa sensación de que tu cuerpo tiene vida propia, y que por mas que tu mente le diga que NO el cuerpo va a actuar.
Es ahí mismo, donde sé que mis actos tienen una consecuencia y que tendría que hacerme cargo de lo que hiciera. Sé que esa trompada que pensaba pegarle al tipo que se quedó dormido sentado en el 166 que va a Ramos, la cual haría que su cabeza pegara contra el vidrio y que su cerebro estallara en una lluvia de color llevaría a una situación en la cual tendría que dar alguna explicación de por qué hice lo que hice, y se que no la tendría. Sé que iría al manicomio seguramente.
Quizas allí estaría mas tranquila, sin que nadie me agobie o me exija continuamente. No tendría que preocuparme sobre la vestimenta, o el peinado o el maquillaje... no tendría horarios, me servirían la comida y me lavarían la ropa...
No... sigo eligiendo ser una buena ciudadana, una buena persona, una buena mujer y empleada. Me la sigo bancando...
Espero una recompensa muy grande en la vida en resarcimiento por toda esta mierda.
Y espero que este blog le sirva a la gente que, como yo, se siente de esta manera. Que sepan que no están solos, que es algo que a todos nos pasa y que se sientan acompañados. Y que me sirva a mi para descargar toda esta violencia y evitar terminar en cana.
Que lo disfruten.